No son instantes

Muchas veces escuché la frase que dice algo así como «la felicidad son instantes», «son pequeños momentos».

Desde hace unos meses que vengo pensando que esto es totalmente falso para mi.

Honestamente y con mucha humildad debo decirles que me considero una persona absolutamente feliz.

No soy feliz todo el tiempo, todos los días, pero me ocurre lo contrario a esas famosas frases.

Son más instantáneos los momentos en los que no me siento feliz, que en los que si. Y créanme que estoy muy alejada de vivir una vida utópica, o de telenovela.

Todo lo que me rodea y me da felicidad vino acompañado de mucho trabajo y de mucho proceso de reflexion, de esfuerzo, de equivocación, de enojo, frustración, angustia, lágrimas, en fin, de todo eso que nos meten en la cabeza que no es felicidad.

Y saben que….hoy en día no hubiera querido que nada de lo que tuvo que ocurrirme a mi o mis amores cercanos hubiese sido de otra forma.

Una relación de más de 5 años no se construye de la noche a la mañana, y créanme que no hay un día que no amanezca feliz y sonriente por  ver a mi lado al hombre con quien comparto mi vida.

Una familia como la que tengo, en la que se suman cuñad@s, son el resultado de lo que mis padres nos inculcaron a mi y a mis hermanos, y después de 28 años, miro a mis co-equipers  de vida y no hay palabras para describir el amor que les tengo.

Contar con hermanos como los que tengo, que lloran y se rien con vos, que te ayduan, te putean, se enojan, te aman, te piden, te dan, te miman, te ayudan, te mantienen a flote cuando solo te queres hundir, te piden ayuda cuando necesitan…simplemente tu ayuda. Eso es contar hasta el infinito todos los días.

Dos hombrecitos de casi 15 kgs. en total, son mi esperanza de saber que como me dijo mi hermano «la moneda en algún momento va a caer del lado que queremos», sus risitas, babas, vómitos, pañales sucios son una felicidad inmensa.

Un grupo de amig@s que transitaron TANTOS años conmigo, que me conocen en cada uno de los estados en los que me puse y me puso la vida, son mi agradecimiento constante y mi airbag por elección.

Un laburo al cual tengo ganas de ir todos los días, que me obliga a ser cada día mejor profesional, donde me río, aprendo, a veces me frustro, otras veces lloro, y veo el resultado de lo que se puede lograr en equipo, donde una tiene jefes a los que quiere y los quiere ver bien, donde haces lo que te gusta y encima te pagan! bueno, ese es mi trabajo todos los días.

Haber encontrado una pasión, que llena mi cuerpo y alma de energía, felicidad y bienestar, es altamente gratificante.

Cada día me convenzo más que en mi vida, la felicidad no son instantes, sino una bendición. Mi vida es vida. Mi vida es felicidad. Ojalá pueda contagiar mucha mucha felicidad y al menos haberles robado una sonrisa con este post, como la que tiene uno de mis principes en la foto.

 

 

Un comentario

  1. ¡¡¡El regalo más hermoso que puede recibir una madre!!! ¡¡¡SABER QUE SU HIJA ES FELIZ!!! ¡Gracias por compartirlo! Me emociona mucho leerte y no tengo tantas palabras como sentimientos. Igualmente me conocés de toda la vida y sabés cómo estaré en este momento.
    Trqtamo
    Mami

  2. Qué lindo post!

    Adhiero. Si bien me faltan muchas cosas… creo que la mayor parte del tiempo soy feliz, (aunque soy retorcida y me encanta quejarme de la vida…) y eso es lo que más pesa, no?

    Me alegro de tu felicidad!

    Besos

    M

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